21 de marzo de 2012

Hinchas Colombianos seudo hinchas de equipos españoles

Una realista nota de Adolfo Zableh Durán en su portal lacopadelburro.com

Estoy suscrito a Telmex porque Direct Tv no tiene TyC Sports, el mejor canal de deportes. Así, veo fútbol de todo el mundo, pero ningún Real Madrid – Barcelona, lo que significa que dos veces al año me toca verlo en un pub, experiencia nada agradable.

El pasado sábado me tocó asistir al festival del ridículo en un bar repleto de colombianos “hinchas” de uno u otro equipo, cuando todos sabemos que uno solo puede hacerle fuerza al equipo de la tierra. Un colombiano hincha del Barcelona es tan ridículo como un bogotano que es de Nacional o un costeño fanático de Millonarios. Va contra natura.

En el lugar todos tenían camisetas de los dos clubes, aplaudían cuando salían los equipos o enfocaban a algún jugador y se ensañaban contra el rival. Si alguien tenía la camiseta del Barcelona, gritaba pestes al televisor cada vez que mostraban a Cristiano Ronaldo, destilando un odio incomprensible contra un lejano señor huérfano de padre por culpa del alcohol. De la misma manera, cuando mostraban a Messi, los de camiseta blanca insultaban al argentino solo por el placer de hacerlo. ¿En qué momento empezamos los colombianos a tomarnos tan a pecho un asunto español enmarcado en un mero pasatiempo universal?

El amor y el odio se extendieron durante todo el partido, unos diciéndole “perro” a Xavi y otros gritando “Madrid, cabrón, saluda al campeón”. Una vergüenza nacional. Todos eran eso que yo llamo hinchas clase B, gente que solo ve la Liga de Campeones de Europa y que no reconoce a Raúl Albiol cuando la cámara lo muestra. Me sentí rodeado de japoneses, pioneros en eso de hacerse hinchas de equipos extranjeros, pintarse la cara y disfrazarse de seguidores de Manchester United, Milan o Barcelona, según el caso. Mientras los orientales son sabios y eficientes, pero bobos, la gente a mi alrededor solo era boba.

Uno de los de la mesa de al lado me preguntó por qué yo no celebraba las jugadas de ningún equipo, y tras quince minutos de explicación no fui capaz de hacerle entender que me daba exactamente igual cuál ganara. Era un completo idiota, tenía camiseta del Madrid y era de los que mas gritaba, minutos atrás había cantado un ole porque Cristiano Ronaldo le había escurrido el balón por entre las piernas a un rival. Eso digamos que pude entenderlo; lo que aun no me cabe en la cabeza es por qué se chocó las manos con un compañero de mesa cuando le sacaron amarilla a Daniel Alves.

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Una real vergüenza, estos personajillos dan pena.