15 de marzo de 2012

Violencia en los clásicos paisa y vallecaucano

Ni los pactos de paz firmados por los líderes de las barras ni el incesante incremento del pie de fuerza para los operativos policiales en los partidos del fútbol profesional colombiano han permitido cesar la violencia y garantizar seguridad a los espectadores.

El domingo (11 de marzo 2012) se jugó el clásico en Medellín, el saldo fue de un muerto que la policía aseguro no tenía nada que ver con el partido obviando que fue agredido en cercanías del estadio, además portaba camiseta de uno de los equipos paisas y fue asesinado por hinchas. En este partido se presentaron nueve personas heridas por arma blanca, 450 armas blancas fueron incautadas y un revolver encontrado por la policía. La cifra de personas detenidas ese día fue de 350.

El día de ayer Miercoles 14 de marzo por el Torneo (que reúne a equipos de la B y la A) se jugó el partido entre el Deportivo Cali y el América. Allí en el Valle del Cauca la situación dejo 11 personas heridas, de las cuales 3 se encontraban con heridas de gravedad, 135 detenidos. Para este partido los jefes de las dos barras habían realizado un pacto de convivencia, muy difundido por los medios de información, sin embargo este no tuvo el efecto esperado.

Hay algo que se debe tener muy claro respecto a los pactos de convivencia firmados por los líderes de las barras, y es que estos aunque devenguen el poder dentro de la tribuna es imposible pensar que puedan llegar a controlar a todos los hinchas de sus barras en un día de clásico. Mucho menos firmar un pacto de no agresión para un día, cuando el resto del tiempo se ha sembrado odio en contra de los hinchas del equipo contrario. La idea de que con los pactos de convivencia se elimina la violencia, es demasiado utópica, aunque en algunos lugares de Colombia ha funcionado, no se debe pensar que estos por sí solos van a impedir que el antagonismo que durante años se ha alimentado entre “enemigos” se deje de lado de la noche a la mañana por la firma de un documento.

No es objetivo culpar únicamente a los líderes de las barras por la violencia que se da en los estadios de fútbol, porque ellos son afectados por este tipo de comportamientos en la medida en que surgen sanciones para las barras que ellos dirigen. Aunque si debe haber más trabajo por parte de los jefes de las barras, incentivando a la convivencia, al aliento de sus equipos sin trasgredir a la violencia hacia los demás. Para los muchachos de los barrios no tiene validez que a tres días de enfrentar a su rival se firme un acuerdo, mientras por años han peleado y guerriado con sus contrincantes. Sin embargo según el video en el evento del pacto firmado frente a las autoridades caleñas, si se realizó un llamado a los líderes para que ese día no se llevaran banderas que incitaran a la violencia ni que agredieran a la otra barra, algo que fue burlado y TODO el mundo lo vio por parte de la barra verde que saco varios trapos burlándose de su contrincante.

La situación es preocupante al ver la imagen que publicó la policía nacional el día del clásico paisa con las armas que habían sido incautadas. Desde puntas y cuchillos que son peligrosos porque pueden causar la muerte hasta machetes de tamaños exagerados que son utilizados en los campos. Este mismo estilo de armas fue utilizado por hinchas del Deportivo Cali el sábado cuando emboscaron buses de la barra Comandos Azules de Millonarios que viajaron hasta esa ciudad.

Armas y pólvora incautada por la policía, el día del partido en medellin.

De los detenidos el domingo en Medellín, TODOS fueron puestos en libertad debido a una “mala interpretación de la Ley del Deporte” afirmo el comandante metropolitano de la policía, es decir que después de casi un año de sanción de la Ley la policía sigue mal interpretándola, pero aseguro que desde el próximo clásico (a jugarse el 25 de marzo) van a tener inspectores de la policía pendientes de que se cumpla esta normatividad. Ese día aproximadamente 1.150 policías estuvieron participando en el operativo, ninguno de ellos conocía o (todos ellos malinterpretaron) la Ley del Deporte.

Las soluciones son básicamente las mismas de siempre:

1. Aumentar la policía, ya en Medellín afirmaron que el número ascendería a 1.500 uniformados, 2. por su parte el Presidente del Concejo propuso cerrar el estadio Atanasio Girardot hasta que los equipos sean capaces de controlar a sus barras. 3. Carnetizar a las barras para “para hacerles seguimiento y analizar su comportamiento”, esto ya se hizo una vez en Bogotá hace un par de años y para lo único que sirvió fue enriquecer a unos supuestos líderes de Comandos Azules, genero problemas internos en la barra por el botín, y el carné jamás se utilizó ni fue solicitado por las autoridades. Si ya tenemos cedula de ciudadanía para que ponerse a sacar otro documento aparte para poder identificarnos?

Según los comentarios realizados por personas de las barras antioqueñas, la violencia volvió a profundizarse por los problemas en los barrios recordando que hubo un periodo de no agresión entre las dos hinchadas cuando alias “Don Berna” reconocido paramilitar del departamento los obligo a frenar la violencia.

¿Sera entonces la solución que un actor violento mucho más fuerte el que tenga que ponerle fin a esta situación?

Pilas muchachos, sus familias los esperan en casa después de los partidos.

MÁS PASIÓN Y MENOS VIOLENCIA.