Recién acabo de ver un programa que me llamo mucho la atención, no sigo mucho la tv y menos los programas de Discovery o NatGeo, la verdad soy más del Fox Sports y del TyC Sports. Futbol de Calle es una especie de viaje por el mundo analizando los partidos callejeros, alejados de las canchas, la FIFA y todo a lo que estamos acostumbrados los “hinchas” del fútbol masivo.
Dos gringos viajan alrededor del mundo yendo a los lugares donde ocurre el deporte más hermoso y apasionante del planeta: el calcio, futebol o fussball. Siempre he creído, como muchos de mis amigos y escritores favoritos, que este deporte tiene algo mágico algo que trasciende demasiados limites. El fútbol es un canalizador de masas inimaginable algo que es hermoso y al mismo tiempo peligroso, gracias a ese imán que es el deporte de la pelota han surgido grandes mercaderes que por ir tras la mayor cantidad de dinero han olvidado la mística del futbol.
Irán, Brasil, Trinidad, Bolivia, Namibia, Sudáfrica e Italia fueron algunos de los primeros países visitados por el programa. En cada uno de estos países con diferencias culturales tan marcadas existe la tradición popular de practicar el deporte rey, por chicos de barrios marginales, por viejos pensionados, en parques públicos y hasta en la cárcel de la Paz demostrando que el futbol de verdad es popular, hace parte de la vida de los millones de seres humanos que lo viven y lo transpiran.
Como decía uno de los brasileros en el programa “si no vengo aquí a jugar, no es domingo para mi” el futbol es un pedazo muy importante de nuestras vidas: pasión, amor, locura, deporte o hobby cualquiera de estas es una excusa o una razón para seguirlo y no dejarlo morir.
El balompié es tuyo y mío no de la FIFA ni de los medios de información ni de las empresas de mercadotecnia, que viva el futbol popular.