Gustavo Grabia ggrabia@ole.com.ar
29-05-2010
Insólito: el plantel viajó con 22 barras "oficiales", liderados por el Gusano de Chicago y la fracción Lomas de Boca.
Es la otra lista de la Selección. La que tiene varios padrinos aunque ninguno se quiera hacer cargo. Y con una impunidad pocas veces vista, ayer, en el Airbus 340 de South African Airways, no sólo se subieron los 23 players que Diego designó para la Copa del Mundo. Ahí también, aunque en la más módica clase turista, se alistaron 22 barras que todos los domingos provocan incidentes en el fútbol local y cuyos prontuarios, en la mayoría, asustan. Es la barra oficial de la Selección, que Olé denunció el 1/4/09 tras el primer partido de Eliminatorias de la era Maradona, lo que originó una causa que duerme en un cajón de Tribunales.
Entre los que viajaron junto a la delegación estaba Ariel Pugliese. ¿Quién es? Capo de la fracción Los Perales de la barra de Chicago, fue investigado por el crimen de Marcelo Cejas, el hincha de Tigre asesinado el 25/6/07 en el partido por la Promoción que mandó al Torito a la BN y que ha participado en innumerables hechos de violencia en el fútbol (fue baleado el 25/10/08 tras un partido con Sarmiento de Junín) y en la política, ya que desde su militancia K participó en la toma del Hospital Francés en octubre de 2006 y está contratado por el Indec desde que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se hizo cargo del organismo. El Gusano ya había sido custodio de Messi el año pasado.
Otro de los que sobresalía entre los barras era el Cabezón Sandoval, que pisa fuerte entre los bravos de San Martín de Tucumán. Y había, claro, muchísimos buzos de Boca y banderas argentinas con el logo de La Doce y la inscripción Lomas, haciendo referencia a la fracción Lomas de Zamora que dirige Marcelo Aravena, barra de la época del Abuelo cuyo padrastro Miguel fue asesinado en la interna de La Doce el 30/1/00, y él mismo fue condenado a 20 años de prisión por el crimen de los hinchas de River, Angel Delgado y Walter Vallejos, producido tras el súper del Clausura 94. Aravena, conocido como el Manco, rival acérrimo del actual jefe Mauro Martín, y cercano a los Di Zeo, no pudo viajar por estar en libertad condicional pero mandó a sus más conspicuos colaboradores, entre ellos Duchín, Cinco, Panadero y Lanas a representarlo. Aravena, que conoce a Bilardo y a Diego desde el 86, es el ideólogo de esta barra oficial que cuenta con el apoyo de la dirigencia deportiva (el nexo es un hombre del Ascenso que pisa fuerte en la AFA) y la política. De hecho, en más de una oportunidad han mostrado banderas de intendentes y empresarios (como Mario Secco, de Ensenada, o Quique Antequera, hombre fuerte en Lomas de Zamora y capo de la feria La Salada) y esta vez los bombos fueron propiedad del sindicato Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles, que dirige el kirchnerista Héctor Garnier.
Presentes en todos los partidos de la Selección bajo la nueva conducción, la barra oficial piensa hacer roncha en Sudáfrica. Ayer, por lo pronto, el grupo en el que también había violentos de la fracción Corina de Arsenal, de Dock Sud y Chacarita, ya hicieron ruido. Sus pasajes fueron emitidos por el mayorista de turismo Eurovips, una de las agencias más grandes del país, y Pablo Paladino, el titular de la Subsef, aseguró a radio Rivadavia que “a mí no me quedan dudas de que alguien vinculado al fútbol es el que financia todo esto”. Si hay vocación real de investigar, con los datos a la vista no parece muy complicado averiguar cómo pueden pagar más de 3.000 dólares cada uno sólo por el ticket aéreo. Pero éste, además, es sólo el comienzo. En diez días, se les unirán en Sudáfrica los cerca de 200 barras reunidos bajo la ONG Hinchadas Unidas Argentinas, que lidera el dirigente kirchnerista Marcelo Mallo. Yahí sí, la operación delirio, estará completa.