6 de noviembre de 2013

Prohibido el ingreso a la Final de Copa Colombia en la loma

Primero que todo no creo que esto sea culpa completamente del alcalde bogotano, tendemos a caer en el mismo reduccionismo de los medios masivos de información, si hay indigencia en Bogotá es como si se la hubiera inventado el man y esa no es la idea, sin embargo si hay inconformismo frente a lo que se aceptó para la final de la Copa Colombia 2013. A pesar de que inicialmente se había hablado de la igualdad de condiciones entre hinchadas, es decir el mismo número de boletas para hinchas visitantes en los dos estadios, la alcaldía de Medellín actuó contrariamente y negó la posibilidad de viaje masivo de los hinchas azules.  Esto demuestra a su vez las posiciones políticas de cada lugar, mientras en una se busca generar una dinámica de respeto por los derechos de los hinchas e impulsar la posibilidad de generar espacios en los que se viva el futbol en paz en la otra la posición sigue siendo el prohibicionismo coartando las libertades de las personas.

Es increíble que una “ciudad” nos cierre sus puertas aduciendo que “no puede garantizar la seguridad de la hinchada visitante”, es imposible creer que esa puede ser una ciudad de verdad, con instituciones de verdad si la máxima autoridad política dice que no es capaz de garantizar la vida de quienes visitan el lugar. ¿Qué clase de instituciones (policía, bomberos, defensa civil,  secretaria de gobierno y demás) tiene el municipio de Medellín? Si son INCAPACES de brindarle seguridad a un colectivo de jóvenes barristas. Surge entonces la duda sobre el tipo de gente que vive en Medellín y la concepción que tiene la alcaldía sobre sus conciudadanos, ¿son así de peligrosos que no es posible poder vivir el futbol en paz?  No se entiende porque si la Bogotá Humana tiene un compromiso por el futbol en paz a través de condiciones favorables para los jóvenes de la ciudad no hace un llamado a la alcaldía de Medellín para que se permita nuestro ingreso en condiciones que garanticen nuestra integridad física. No entendemos hasta donde llega el discurso de los derechos humanos, de la multiculturalidad del respeto cuando frente a este tipo de arbitrariedades la opción es guardar silencio y lavarse las manos diciendo que es una decisión autónoma del alcalde.  Nosotros como hinchas del futbol  TENEMOS DERECHO de ir a los partidos de futbol y alentar a nuestro club, existe una ley que así lo garantiza.

Frente a todo el panorama ¿cuál es el mensaje que nos están dando las autoridades? Es el del odio entre ciudades, irrespeto hacia nuestros derechos, la desigualdad en el trato que una  y otra ciudad le da a los seres humanos lo cual terminará en mayor regionalismo. Recuerden la muerte hace unos meses en Cali de Oscar Sandino Asma, victima directa del cierre de fronteras.

Esto demuestra que Bogotá está en capacidad de poder realizar este tipo de eventos garantizando los derechos de los ciudadanos colombianos frente a una disque ciudad que acepta no poder realizarlos sin incumplir la ley o peor aún acomodándola a la voluntad  del alcalde de turno.

Somos hinchas y no nos detendrá una medida autoritaria e ilógica como la de la alcaldía de Medellin, pero si responsabilizamos a cada una de las instituciones de dicho municipio por el riesgo en el que pone a los hinchas del MAS VECES CAMPEON y de paso también hacemos un llamado a la alcaldía de Bogotá para que se preocupe de verdad por sus ciudadanos y no solo por los visitantes de otras ciudades.


Como se vió hoy en el PMU cuando la barra más representativa de Millonarios se levantó de la mesa por considerar injustas las medidas que se toman desde los escritorios, no esperen que la gente este contenta, ni que los partidos transcurran en total normalidad, porque no lo será.