2 de junio de 2010

¿Qué nos pasa?

Hace años que el sentido de las barras cambiaron, en un principio fue la Capital luego poco a poco las otras ciudades fueron creando sus propios grupos (filiales y barras locales) que crecieron viendo en las grandes barras del país el ejemplo a seguir. Hoy en día el barrismo colombiano ha cambiado demasiado, han llegado nuevas generaciones, y ha quedado poca gente fundadora en las tribunas laterales.

No sé a ciencia cierta cuándo habrá muerto el primer barra colombiano por causas violentas, pero la última victima de este gran movimiento fue un hincha de Millonarios, un Comando Azul asesinado a puñal dentro de un bus, durante el fin de semana pasado (el de las elecciones).

¿Qué es esto señores? Ya no podemos ni montarnos a un bus porque podemos perder la vida, salir de la casa ya es un riesgo ni el hijo de puta. Aquí no busco defender a nadie, ni hacer ver a los hinchas (ni al hincha asesinado) como un pobre muchacho ni nada de eso. Es que no podemos seguir matándonos por mirarnos mal, por llevar ropa adidas, dando cuchillo por todo y a todos; ¿a dónde vamos a llegar? ¿Vamos a acabarnos todos los barras de Bogotá a cuchillo?

Nosotros trajimos esta mierda a Colombia, pioneros del barrismo en el país, pero esta moda de chinos de 12 a 19 años andando mancados y repartiendo punta por doquier tiene que parar. Todos nosotros somos hijos de alguien, tenemos hermanos, familias que quieren lo mejor para nosotros. No se trata de ser todos amigos y no tocarnos en la calle, se trata de no matarnos de no darnos cuchillo ni dispararnos (a lo argentina), nuestras vidas valen mucho, somos jóvenes con una vida por delante; nuestro club es nuestra vida sí, pero también hay otras cosas más allá, no podemos quedarnos en que por el fútbol pierdo la vida.

Está en nuestras manos si vamos a seguir matándonos entre barristas o vamos a cambiar nuestra forma de actuar, de pensar y de pelear. Los viejos tiempos a puño como se debe, parados y en la raya sin riesgos de morirse en manos de la contra. Estas son cosas que no deben suceder en nuestras calles, concienticémonos y dejemos de andar parándonos a latazos como si fuera de hombres.

Por último un saludo a la familia de Milton a su parche y sus socios, Q.E.P.D.